El miércoles por la noche, se supo que la madre de Carrie Fisher, actriz igualmente talentosa y famosa, Debbie Reynolds sufrió un derrame cerebral y fue trasladada de urgencia al hospital. Más tarde en la noche, se reveló que Debbie Reynolds murió a los 84 años. El actor tuvo un gran impacto en Hollywood, pero lo que podría ensombrecer su talento actualmente es el hecho de que falleció solo un día después de su hija, que tenía 60 años. El último tweet de Debbie Reynolds demuestra cuán desgarradora es esta pérdida, ya que se trataba de su hija, y aún más desgarradora, acerca de que su hija está mejor después de su informe inicial de paro cardíaco.
Los fanáticos de Carrie Fisher se sorprendieron al escuchar que la actriz de Star Wars sufrió un ataque cardíaco masivo en un vuelo de Londres a Los Ángeles. La noticia se supo días después, el martes, que Fisher murió. Según TMZ, Reynolds estaba haciendo planes para el funeral de Fisher con el hermano de Fisher, Todd, mientras se informaba sobre un posible accidente cerebrovascular. Más tarde, Todd Fisher confirmó que la estrella de Singin 'in the Rain falleció el miércoles por la noche.
Para aquellos que eran fanáticos de la familia, el tweet final que Reynolds envió a sus fanáticos se sentirá como un golpe extra en el corazón. Como se ve a continuación, el tweet ofrece una actualización, dada el día de Navidad, para Carrie Fisher. Dice: "Carrie está en condición estable. Si hay un cambio, lo compartiremos. Por todos sus admiradores y amigos. Les agradezco sus oraciones y buenos deseos".
Este tuit positivo duele aún más sabiendo el resultado de la salud de Fisher. Sabiendo que la salud de Carrie no solo empeoró, sino que Reynolds, que parecía relativamente optimista en el tweet, murió solo un día después de su hija. Es realmente desgarrador.
Según TMZ, las últimas palabras de Reynolds fueron igual de desgarradoras. El medio informativo informa que algunas de las últimas palabras de Reynolds fueron: "La extraño tanto que quiero estar con Carrie". Claramente, el vínculo entre madre e hija fue tan grande que es difícil distinguir si fue una coincidencia o un dolor.