Aparentemente hay una razón por la que los padres siempre se preocupan cuando su pequeño no duerme lo suficiente, más allá de simplemente estar cansados. La investigación tradicional nos dice que tanto los niños como los adultos necesitan un sueño adecuado para funcionar completamente, esto lo sabemos con certeza. Pero un nuevo estudio ha encontrado que la falta de sueño en los niños puede causar daño cerebral y puede afectar la maduración del cerebro en general.
Según Salome Kirth, autor principal del estudio e investigador del Hospital Universitario de Zurich:
El proceso del sueño puede estar involucrado en el "cableado" del cerebro en la infancia y, por lo tanto, afectar la maduración del cerebro. Esta investigación muestra un aumento en la necesidad de dormir en las regiones posteriores del cerebro en los niños.
Los adultos que sufren de falta de sueño tienden a sentir los efectos en las regiones frontales del cerebro. Tanto los niños como los adultos funcionan mejor con una noche de sueño completo u ocho horas de descanso ininterrumpido. Para los niños que se quedan despiertos hasta muy tarde, están inquietos o a menudo les interrumpe el sueño, el daño en el cerebro posterior podría tener complicaciones a largo plazo. El cerebro posterior es responsable de los movimientos planificados, el razonamiento espacial y la atención. El Dr. Kirth señaló en su estudio que los efectos de la privación del sueño podrían no ser notorios de inmediato, pero podrían tener consecuencias a largo plazo.
"Esta investigación muestra un aumento en la necesidad de dormir en las regiones posteriores del cerebro en los niños", dijo Kurth.
Entonces, ¿cómo protegen los padres a sus hijos de los efectos duraderos de la falta de sueño? Porque, como la mayoría de nosotros ya sabemos, tratar de hacer que su hijo duerma a veces se siente como escalar una montaña sin pico. The Sleep Foundation ha presentado una serie de consejos útiles sobre cómo hacer que los bebés y los niños pequeños duerman.
Para bebés y bebés, por supuesto, se trata de su horario: prestar atención a los signos de somnolencia e intentar establecer una rutina. Pero a medida que los bebés se convierten en niños pequeños con mentes propias … las cosas pueden ponerse un poco más complicadas. The Sleep Foundation recomienda que los padres hagan lo siguiente:
- Mantenga un horario de sueño diario y una rutina constante para acostarse.
- Haga que el ambiente del dormitorio sea el mismo todas las noches y durante toda la noche.
- Establezca límites que sean consistentes, comunicados y aplicados. Fomentar el uso de un objeto de seguridad, como una manta o un animal de peluche.
Los niños en edad escolar que están explorando un nuevo entorno social (que naturalmente puede ser tan estresante como emocionante) necesitan dormir más que nunca. Mantener los dispositivos electrónicos fuera de las habitaciones, evitar la cafeína y mantener un ambiente de sueño que sea propicio para dormir (el camino a seguir es oscuro, fresco y tranquilo) debería ayudarlos a dormir mejor.
Si le preocupa que pueda haber algo fuera de lo común que afecte el sueño de su hijo, siempre es mejor consultar a su pediatra, para que pueda crecer, aprender y funcionar lo mejor que pueda.