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El cabello de mi hija de 4 años casi le llega hasta el trasero y no quiere cortarlo. Mi esposo y yo somos bastante tranquilos acerca de las elecciones que hacen nuestros hijos cuando se trata de su apariencia, pero tenemos una regla: "Si quieres cabello largo, debes ayudar a cuidarlo". Parte del cuidado de esas trenzas en cascada son las trenzas. Y aunque aprecio vocalmente todo lo que hace mi esposo para mantener la vida familiar sin problemas, no celebraré a mi pareja por trenzar el cabello de nuestra hija.
Mi esposo es un hombre y padre práctico, comprometido, reflexivo, feminista y sorprendente que no sabe cómo trenzar el cabello de su hija. Sin embargo, lo hará. Dejé muy claro que se le exige que aprenda cómo. De hecho, le envío videos con mensajes como "y aprende a trenzar, por favor". porque no soy ni sutil ni pasivo. Y cuando aprenda, se lo agradeceré, al igual que le agradezco por hacer muchas otras cosas que espero que haga como una forma agradable y breve de reconocer que esto de la crianza es difícil y aprecio su disposición a hacerlo. su parte
Pero no tengo intención alguna de adularme de todos sus esfuerzos de peinado, sin importar cuán poco frecuentes o de mala calidad. Quiero decir, seamos realistas por un segundo: