Aunque la mayoría de las personas asumen que los bebés solo son buenos para dormir, abrazarse, llorar, comer y defecar, es posible que se sorprenda al saber que los bebés tienen muchas cosas que hacer en esa cabecita. Además de reconocer rostros, responder a la música y hablar con sus manos, es posible que su bebé pueda distinguir el comportamiento de una persona. Sé lo que estás pensando, ¿pueden los bebés realmente saber si una persona es mala? Aunque la idea puede parecer un poco extravagante al principio, una investigación reciente encontró que los bebés pueden distinguir si una persona es buena, mala o algo intermedio.
Según The Guardian, los bebés de tan solo seis meses pueden distinguir entre personas buenas y malas. El medio de comunicación informó sobre un estudio realizado por la Universidad de Yale, que afirmó que esta capacidad proporcionó una gran ventaja evolutiva a largo plazo. El experimento se realizó con una serie de personajes que intentaron empujar un bloque cuesta arriba o impidieron que sucediera. Y de acuerdo con Karen Wynn, investigadora principal del estudio, el estudio demostró que los bebés tienen preferencia por las personas útiles, y que los bebés son capaces de detectar micro-señales que los investigadores aún no han descubierto. Los bebés son "un tercero imparcial y no tienen ningún reparo en emitir un juicio sobre las acciones sociales", según Wynn, que los convirtió en sujetos perfectos para distinguir entre buenos y malos personajes.
En otro estudio en el Centro de Cognición Infantil de la Universidad de Yale, a los bebés se les presentó una marioneta que intentaba abrir una caja. Un buen títere ayudó a abrir la caja, mientras que un títere malo cerró la caja de golpe. En el estudio, más del 80 por ciento de los bebés eligió el títere bueno, apoyando la idea de que los bebés realmente pueden distinguir entre lo bueno y lo malo. "Los humanos nacen con una moralidad rígida, un sentido del bien y del mal se cría en el hueso", dijo a CNN Paul Bloom, autor de Just Babies: The Origins of Good and Evil. Y los estudios parecen respaldar a Bloom.
A medida que sus hijos crecen, continúan formando sus opiniones e instintos sobre las personas buenas y malas, no solo a través de estudios con títeres y bloques, sino a través de expresiones faciales y rasgos de carácter. Según un estudio de Harvard publicado en Psychological Science, una revista de la Asociación para la Ciencia Psicológica, los niños de hasta 3 años tienden a juzgar los rasgos de carácter de las personas simplemente al mirar sus caras. La confiabilidad era el rasgo que los niños parecían ser capaces de distinguir entre el resto, de una sola mirada. Esta habilidad innata que los niños tienen para juzgar la bondad de una persona comienza tan joven que parece casi imposible, pero la investigación muestra que los bebés realmente saben lo que están sintiendo.
Entonces, la próxima vez que su bebé se ponga nervioso, infeliz o de otra manera, cerca de una nueva persona, no lo limpie como un bebé loco. Tome en cuenta su reacción y elija a sus compañeros sabiamente.