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Nada te hace darte cuenta de en quién puedes confiar y en quién no puedes confiar, como tener un hijo. Cuando tuve a mi hija supuse que sabía en quién de mis amigos podía apoyarme, y creía que tenía una buena idea de cómo mis amistades y relaciones funcionarían, especialmente aquellas relaciones con otras mamás. En cambio, me preparé para la decepción en las amistades de mi madre y, en retrospectiva, siendo 20/20, me doy cuenta de dónde me equivoqué.
Ahora, no digo que el problema fueran las amigas que logré hacer. Por el contrario, el problema era mi lista interminable de expectativas poco realistas. Sentí que aprendí a conocer gente a mitad de camino y dónde están, pero no fue fácil. Cada vez que me sentía frustrado o decepcionado, entraba en modo de defensa y asumía que alguien intentaba lastimarme intencionalmente. Como resultado, terminaría una amistad mucho antes de lo que debería, y a favor de hacer las cosas a mi manera.
Las relaciones interpersonales nunca son fáciles, y argumentaría que son cada vez más difíciles de manejar con otras madres que probablemente críen a sus hijos de manera diferente a usted. Encontrar nuestra tribu no es fácil, y ciertamente no fue fácil para mí. Con eso en mente, aquí hay algunas maneras en que me preparé para la decepción en las amistades de mi madre: