Un nuevo informe de UNICEF revela que el grupo terrorista más mortal del mundo, Boko Haram, está utilizando a las jóvenes como terroristas "suicidas" con mayor regularidad, como parte de una nueva táctica para cometer crímenes horrendos. Según los informes, el grupo terrorista ha obligado a jóvenes de tan solo 8 años a participar en estos ataques suicidas y, según el informe, uno de cada cinco atentados suicidas en Nigeria, Camerún y Chad desde enero de 2014 hasta febrero de 2016 empleó niños. Se informó que Camerún tenía 21, el mayor número de ataques suicidas que involucraron a niños; Nigeria y Chad se registraron en 17 y dos, respectivamente. Tres cuartos de esos niños eran niñas.
"Seamos claros: estos niños son víctimas, no perpetradores", dijo Manuel Fontaine, Director Regional de UNICEF para África Occidental y Central, en un comunicado emitido por UNICEF esta semana "Engañar a los niños y obligarlos a llevar a cabo actos mortales ha sido uno de los aspectos más horribles de la violencia en Nigeria y en los países vecinos ".
Estas estadísticas preocupantes se producen dos años después de que Boko Haram secuestrara a más de 270 colegialas en Chibok, estado de Borno, Nigeria. Desde entonces, 1.3 millones de niños han sido desarraigados en la región del lago Chad, 1.800 escuelas han sido cerradas y más de 5.000 niños han sido separados de sus padres, informó UNICEF.
En una entrevista con The Los Angeles Times, Doune Porter, portavoz de UNICEF en Nigeria, compartió las historias de una niña que había sido encarcelada por Boko Haram.
"Conocí a una chica que me dijo que dos de sus amigas se vieron obligadas a llevar a cabo bombardeos", dijo Porter. "Ella dijo que no querían hacerlo. Se vieron obligados a hacerlo". Porter continuó.
Ahora, muchos de ellos enfrentan el miedo de sus comunidades. Ese es uno de los terribles y trágicos efectos del uso de niños para llevar a cabo bombardeos. Cuando regresan a sus comunidades, a menudo se enfrentan a la estigmatización y el aislamiento porque Boko Haram los ve contaminados.
En los últimos meses, el número de niños suicidas con bomba ha aumentado significativamente. Según el informe de UNICEF, se estimaron cuatro niños bombarderos en 2014, que aumentaron a 44 en 2015, 11 veces más.
La rapidez con la que se puede abordar y resolver el problema depende en gran medida de las fuerzas gubernamentales y militares regionales, así como de la disposición o falta de voluntad de Occidente para intervenir. Por ahora, parece probable que las horribles atrocidades solo continúen.