Imaginar a su bebé dentro del útero, dando saltos mortales, pateando y creciendo, lleva mucho tiempo cuando está embarazada. Tratarás de imaginar su posición exacta en tu útero y, a medida que crezcan, te acostumbrarás a sus movimientos. Pero, ¿qué pasa si estás entre una de cada cinco mujeres que tienen un útero retrovertido (o inclinado)? ¿Tener un útero inclinado afecta su embarazo?
Primero, ¿qué es exactamente un útero inclinado? Según Better Health, un útero inclinado significa que la vagina de una mujer está en ángulo hacia su espalda baja, en lugar de inclinarse ligeramente hacia adelante sobre la vejiga. Dado que su vagina está en ángulo, se deduce que su útero también se revertiría. El artículo señaló que, en casi una cuarta parte de las mujeres, un útero titulado significa que el fondo (o la parte superior del útero) está hacia el recto.
La American Pregnancy Association (APA) señaló que un útero inclinado podría ser el resultado de no madurar adecuadamente, un parto o un efecto secundario de la endometriosis o los fibromas. La APA también declaró que los síntomas más comunes de un útero inclinado son las relaciones sexuales dolorosas, infecciones frecuentes del tracto urinario, embarazos difíciles e incluso problemas para insertar un tampón.
Entonces, ¿cómo le afecta esto si queda embarazada? ¿Su bebé estará en riesgo? Qué esperar señaló que estar embarazada con un útero inclinado no tendrá ningún impacto en la salud de su bebé. Su médico puede tener problemas para localizar a su bebé durante las primeras semanas de su embarazo debido al ángulo de su útero, pero no hay riesgos para la salud relacionados con un útero retrovertido.
De hecho, a medida que avanza su embarazo, What To Expect también notó que su útero saldrá "de su pelvis y dentro de su abdomen para acomodar a su bebé en crecimiento". Casi siempre se enderezará hacia arriba a medida que su bebé crezca. De manera similar, su trabajo de parto no debería ser diferente de un trabajo de parto con un útero angulado "normalmente".
Dicho esto, tener un útero inclinado puede aumentar el riesgo de desarrollar infecciones urinarias durante el embarazo, lo que puede provocar una infección renal o, en casos muy raros, un parto prematuro. Esté atento a los síntomas de infecciones del tracto urinario, como ardor al orinar, micción frecuente, fiebre y dolor lumbar.
Aunque tener un útero inclinado puede parecer una complicación grave, puede descansar tranquilo sabiendo que su bebé no tiene ningún riesgo adicional debido al ángulo de su útero.